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MIST - BYE BYE
Se dice que el segundo disco de un grupo es de los más importantes de una carrera, puesto que se supone que es donde se asienta la personalidad de la formación. “Bye Bye” es el álbum que ocupa el segundo puesto en la por ahora corta discografía de los holandeses Mist, y esperemos que su título no sea una señal premonitoria de su destino.
Con “Bye Bye” Mist se mete de lleno en el panorama del Dream Pop. Este marginal estilo de música, enmarcado normalmente en la escena independiente, se caracteriza por creaciones de corte intimista, tranquilo, con temas a medio tiempo donde brillan los acordes de limpio y luminoso sonido acompañados por oníricas melodías vocales e instrumentales. Las baterías simplemente para marcar y las líneas de bajo sólo para justificar su presencia. Sabedores del éxito que tuvo su primer disco “We Should Have Been Stars” en público y prensa, la banda no se ha molestado en absoluto en cambiar la estructura y filosofía con respecto de su ópera prima (hasta “Bye Bye” guarda catorce cortes, igual que su predecesor).
El presente trabajo simboliza una continuación primero. Esto demuestra que tienen claro su sitio y que saben lo quieren con su música, pero también deja patente y al descubierto una ausencia de evolución, muy poca experimentación y unos mínimos riesgos afrontados. Esta apuesta, este grupo y este estilo musical en general suele demandar varias y detenidas escuchas para interiorizarlo. Se puede hacer un poco pesado y aburrido al principio por lo difícil que es meterse en las canciones de la obra. A simple escucha parece ser poco más que un disco de música de fondo, pero es una obra que se infla con el tiempo y te termina hablando, normalmente de vivencias y situaciones nostálgicas.
En definitiva, un redondo para ponerte en tu casa mientras abrazas un cubo de helado y, armado únicamente con una cuchara, te dispones a ver pasa la noche ante tus ojos. Será interesante ver lleva Mist su idiosincrasia al directo. Debe, o debería de ser aquí donde radique su reto, su aportación musical y su capacidad de sorprender.
Andrés Galera
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